EL BLOG DE MI COLE.

Esto es un blog para niños escrito por niños. Perdonadnos nuestros pequeños errrores de ortografía. Tratándose de un colegio bilingüe intentaremos publicar tanto en español como en inglés. "If we shadows have offended, Think but this and all is mended..."

martes, 24 de septiembre de 2013

Creative Writing Project in 6º /

Para animar a la gente a escribir sus propias historias, aquí os dejamos un cuento escrito por Elías de 6º C.



EL CUERPO PERDIDO




CAPÍTULO 1
Soy el inspector Drake y mi trabajo es averiguar qué ha pasado con el cadáver de George Washington.
Era un día sombrío en el cementerio. Yo paseaba por allí enfrascado en el caso. De pronto, se movió algo detrás de un matorral. Me acerque más para ver qué era y salió un perro de medio metro de largo y treinta centímetros de alto. Tenía una mirada amenazadora y el pelo de color negro azabache.
Se lanzó a mi pecho y de pronto descubrí que era mi perro Bone.
Él me estaba ayudando con el caso. Le había pedido que cuando encontrase alguna pista viniese. Lo que no entendía es cómo podría haber encontrado pistas tan rápido. Le pedí que me llevase hasta donde había encontrado la pista. En cuanto llegamos vi que era un hueso.
-Bien hecho, Bone -le dije-. Podría ser de Washington. Vamos al laboratorio a ver si Misty puede averiguar algo.
-¡GUAU!
Por como lo dijo me imaginé que era que estaba muy entusiasmado.
Misty era la forense de nuestro equipo.
En ese mismo instante sonó mi teléfono. Era ella. Levanté el teléfono y le dije:
-Misty, estaba a punto de llamarte.
-¿Qué habéis encontrado? -me preguntó.
-Bone ha encontrado una vértebra y creo que es de Washington ¿podrías mirarlo? -respondí.
-¡Como no! -exclamó.
-Enseguida voy.
En unos minutos estuve allí.
-Aquí esta, avísame cuando tengas algo. Yo voy a por un café.
-Vale -respondió.
Una hora más tarde Misty me llamó para avisarme que ya sabía de quién era el hueso.
-¿Y bien, de quién es? -pregunté                                                                                                       
-No es de George Washington, es de Benjamin Franklin -me respondió.
-¡Benjamin Franklin!
-Impresionante, ¿verdad?
-Ya te digo -dije asombrado- .Voy a seguir investigando. Bone, ven conmigo.
-Vale, yo seguiré averiguando cosas sobre el hueso -me respondió Misty.
En cuanto llegué al cementerio le dije a Bone que siguiese buscando alguna pista. Yo hice lo mismo, me puse a buscar pistas.
Pasaron varios meses y aún no tenía más pistas. Me habían dicho que tendría que haber resuelto el caso la semana siguiente o me despedirían. Me estaba poniendo muy nervioso ya que solo me quedaba una semana. ¿Que podía hacer? Ya había mirado por todo el cementerio y ni siquiera había encontrado la tumba de Washington cuando, de pronto, encontré entre unos árboles una caseta de madera muy extraña.
Entré y encontré una lápida que rezaba: Aquí yace George Washington, primer presidente de los Estados Unidos de América.
-Aquí está, la tumba de George Washington -dije.
Cogí el teléfono y dije:
-Misty, he encontrado la tumba de Washington, ven a ver si consigues averiguar algo.
-Voy de inmediato -me dijo.
En un momento había llegado con todo un equipo del FBI (Oficina Federal de Investigación).
-¿Por qué has traído a todo el FBI? -le pregunté.
-Ellos también forman parte del caso, recuerda. Además, les debes un favor -respondió.
-Está bien, pero que no me interrumpan. Si me llegan a interrumpir, se van.
-Vale, te prometo que no te interrumpirán, Drake.

CAPÍTULO 2
En media hora ya tenían todo instalado y en marcha. A mí me habían puesto un despacho aparte, así que yo no escuchaba nada de lo que decían. Además me habían puesto todo tipo de instrumentos de trabajo.
Mientras investigaba el hueso que le dejé a Misty vino un agente a informarme que bajo la tumba de Washington habían encontrado un pasadizo y que no sabían a dónde llevaba. Me pidieron que les acompañase si podía.
Le pedí a Misty que siguiese investigando mientras yo no estaba.
Cuando entré en la extraña caseta un agente que estaba allí me levantó la tapa del sarcófago para que entrase al pasadizo.
El agente que me acompañaba me dio una linterna para que pudiésemos ver por donde pisábamos. Después de lo que a mi me pareció un montón de tiempo, llegamos ante una puerta con cerradura.
- Nosotros no hemos podido seguir. No tenemos la llave y esperábamos que usted la tuviese -me informó el agente- .Por eso le hemos pedido que viniese.
En ese momento me vino un recuerdo de mi de décimo cumpleaños: mi abuelo me había regalado una llave y me había dicho que cuando llegase el momento sabría dónde y cómo podría usarla. Ese era el momento para usar la llave.
-Inspector, ¿está bien? -me preguntó el agente
-¿Eh? Si, estoy bien -respondí.
-Y dígame, ¿tiene la llave?
-Si, aquí la tengo.
-Muchas gracias.
Metí la llave en la cerradura y abrí la puerta. En cuanto abrimos la puerta nos vino una corriente de aire caliente que nos recorrió todo el cuerpo. Examiné toda la sala y vi que al otro lado había otra puerta, pero esta no estaba cerrada con llave.
-Usted primero, agente -le dije.
Pasamos por la puerta y vimos unas escaleras que subían. Al rato de estar subiendo vimos una trampilla y, en cuanto la abrimos, aparecimos en un despacho muy iluminado. Asombrado dije:
-Este debe de ser el despacho oval, el despacho del presidente George Bush hijo. Hay que volver para informar a Misty y a los demás.
Volvimos y les contamos que el pasadizo llevaba al despacho oval, el despacho del presidente de los Estados Unidos de América.
Prepararon una audiencia con Bush para informarle que había un pasadizo que llevaba desde la tumba de Washington hasta su despacho.

CAPÍTULO 3
En cuanto le informamos sobre el pasadizo, el presidente Bush dijo que lo había mandado hacer Obama, por que, a veces iba al cementerio para ver la tumba de su abuelo. Mientras ellos hablaban, yo me fijé en que en una pared había un retrato de Washington. Me daba la impresión de que escondía algo.
-¿Hay algo detrás de ese retrato? -le pregunté.
El presidente dudó un poco pero para mi sorpresa dijo:
-Ahí detrás está el cuerpo de George Washington. Lo escondimos por seguridad. Así si alguien intentase robar el cuerpo se encontraría un hinchable de Washington.
-Una pregunta, ¿dónde se consiguen los hinchables?
-En cualquier tienda el día de los presidentes -me respondió el presidente.
-Gracias por su colaboración señor presidente. Una cosa más, ¿no sabrá por casualidad quién ha intentado llevarse el cuerpo del presidente?
-Creo que ha sido vuestra forense.
-¡Misty! ¡Es imposible! Aunque tiene sentido. Llegó justo después de que me dijeran que investigase el caso. Gracias de nuevo por todo.
-De nada. Venid cuando necesitéis algo más -me respondió.
Cuando volvimos, sin que Misty se diese cuenta, le dije al FBI que la detuviesen.
En cuanto llegué a mi casa me dí un baño de espuma. Luego le dí a Bone su comida y yo me hice la mía y me fui a la cama.
Me dormí nada más cerrar los ojos pensando que el día siguiente iba a ser un día normal, bueno lo normal que puede ser un día en mi trabajo.


FIN 

ELÍAS RIZZO